La energía vital alimenta las distintas áreas de nuestra vida, nacemos con un caudal y necesitamos saber encausar enfocando nuestros esfuerzos en nuestras búsquedas. El enemigo de nuestra capacidad para dirigir nuestra energía son las distracciones, tentaciones en el camino que constantemente nos ofrece el sistema. Todo a nuestro alrededor conspira para quedarse con nuestra energía, para poder sobrevivir en este mundo predador necesitamos reconocer nuestros aliados y las actividades que nos retroalimentan. Si nos dejamos llevar la energía se diluye y perdemos nuestros objetivos. Es un entrenamiento diario de estar atentos y consciente de nuestro plan de acción de nuestra dirección y como desplegar nuestras habilidades.
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