El dolor es nuestro compañero, nos avisa de nuevas direcciones y aprendizajes, como una señal de que nos desviamos del camino. Nuestra imagen corporal no se actualiza, hasta que volvemos a entrar en contacto con nuestra biología. El dolor nos avisa de desequilibrios, cuando nos alejamos de nuestras posibilidades, cuando desatendemos lo esencial.Gestionar nuestro tiempo y prioridades es necesario para prevenir enfermedades.
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